¿Cómo tratar la disfunción eréctil?
La disfunción eréctil (impotencia) es la incapacidad para conseguir una erección o mantenerla con la suficiente firmeza para tener una relación sexual.
Tener problemas de erección de vez en cuando no es necesariamente un motivo para preocuparse. Si la disfunción eréctil es un problema continuo, sin embargo, puede provocar estrés, afectar la confianza en ti mismo y contribuir a causar problemas en las relaciones. Los problemas para conseguir o mantener una erección también pueden ser un signo de una enfermedad no diagnosticada que necesita tratamiento y un factor de riesgo de enfermedades cardíacas.
Si estás preocupado acerca de la disfunción eréctil, conversa con el médico, incluso si te avergüenza. A veces, el tratamiento de una enfermedad no diagnosticada es suficiente para revertir la disfunción eréctil. En otros casos, podrían necesitarse medicamentos u otros tratamientos directos.
Síntomas
Los síntomas de la disfunción eréctil pueden comprender:
-Problemas persistentes para tener una erección
-Problemas persistentes para mantener la erección
-Disminución persistente del deseo sexual
-Cuándo consultar al médico
El médico de cabecera es la persona indicada para consultar primero cuando tienes problemas eréctiles. Consulta con el médico en los siguientes casos:
-Te preocupan tus erecciones o tienes otros problemas sexuales, como eyaculación precoz o tardía
-Tienes diabetes, enfermedad cardíaca u otro trastorno conocido que pueda estar asociado con la disfunción eréctil
-Tienes otros síntomas además de la disfunción eréctil
Causas
La excitación sexual masculina es un proceso complejo que involucra al cerebro, las hormonas, las emociones, los nervios, los músculos y los vasos sanguíneos. La disfunción eréctil puede ser el resultado de un problema con alguno de dichos factores. Del mismo modo, el estrés y las inquietudes relacionadas con la salud mental pueden provocar disfunción eréctil o empeorarla.
A veces, la disfunción eréctil se debe a una combinación de cuestiones físicas y psicológicas. Por ejemplo, una enfermedad física menor que hace que tu respuesta sexual sea más lenta puede generarte ansiedad con respecto a mantener una erección. Esta ansiedad puede provocar o empeorar la disfunción eréctil.
Causas físicas de la disfunción eréctil
En muchos casos, la disfunción eréctil se debe a factores físicos. Algunas de las causas más frecuentes son:
-Enfermedad cardíaca
-Vasos sanguíneos obstruidos (ateroesclerosis)-
-Nivel de colesterol alto
-Presión arterial alta
-Diabetes
-Obesidad
-Síndrome metabólico: afección que implica un aumento en la presión arterial, niveles altos de insulina, grasa corporal alrededor de la cintura y niveles altos de colesterol
-Enfermedad de Parkinson
-Esclerosis múltiple
-Determinados medicamentos con receta
-Consumo de tabaco
-Enfermedad de De la Peyronie: tejido cicatricial dentro del pene
-Abuso de alcohol y de otras sustancias
-Trastornos del sueño
-Tratamientos contra el cáncer de próstata o el agrandamiento de la próstata
-Cirugías o lesiones que afecten la zona pélvica o la médula espinal
-Causas psicológicas de la disfunción eréctil
El cerebro cumple una función clave en la activación de los sucesos físicos que provocan una erección, los cuales empiezan con la sensación de excitación sexual. Varias cosas pueden interferir en los sentimientos sexuales y provocar o empeorar la disfunción eréctil. Algunas de ellas son:
-Depresión, ansiedad u otros trastornos de salud mental
-Estrés
-Problemas de pareja debido a estrés, mala comunicación u otras preocupaciones
-Factores de riesgo
A medida que envejezcas, es posible que tardes más tiempo en tener una erección y que esta no sea tan firme. Para lograr una erección y mantenerla, podrías necesitar más contacto directo en el pene.
Prevención
La mejor manera de prevenir la disfunción eréctil es elegir un estilo de vida saludable y controlar las enfermedades existentes. Por ejemplo:
-Trabaja con el médico para controlar la diabetes, la enfermedad cardíaca u otras enfermedades crónicas.
-Consulta con el médico para realizar controles periódicos y exámenes médicos a fin de detectar enfermedades.
-Deja de fumar, limita o evita el alcohol y no consumas drogas ilegales.
-Haz ejercicio regularmente.
-Toma medidas para reducir el estrés.
-Busca ayuda para la ansiedad, la depresión u otros problemas de salud mental.
Con información de: Clinica Mayo.